Mónica Tapia A. @monicatapiaa

@Ruta Cívica

Desde hace años y de manera cotidiana me pregunto sobre el impacto que tenemos las organizaciones de la sociedad civil en las vidas de las personas. Cuando comencé, estaba convencida de que ser promotora comunitaria, difundir y explicar información útil y organizar comunidades, era la mejor forma de tener impacto. Alfabeticé y facilité talleres sobre derechos humanos y derecho agrario.

Después, descubrí que las políticas públicas podrían tener un mayor alcance y legado a otras generaciones. Sistematicé  propuestas, capacité a organizaciones y diseñamos juntas estrategias de incidencia. Formé capacidades locales para que entendieran mejor el sistema político y las políticas. Evaluamos y compartimos aprendizajes.

La articulación vertical

Exposición de eventos y relaciones a raíz del sismo de 2017 mapeados por estudiantes de UAM-Cuajimalpa y vecinos de Xochimilco, a través de Humanities in Action Lab (HAL), Festival de la CIUDADania 2018.

Para transformar políticas públicas con un enfoque sistémico y profundo, aprendimos que era estratégico promover “articulaciones verticales”. Las coaliciones “horizontales” –más personas, organizaciones y comunidades sumándose– para acumular fuerzas e impulsar su propuesta es una estrategia tradicional. Más bien, la articulación vertical consiste en sumar y articular grupos que trabajan a escalas distintas: la comunitaria, la local, la regional o estatal, la nacional y la internacional.

Un ejemplo exitoso de estas coaliciones verticales fue la convocatoria, articulación y esfuerzos para mejorar la salud y prevenir la muerte materna, sostenidas por mujeres indígenas, grupos comunitarios, organizaciones regionales, nacionales e internacionales. Ellas incidieron en los paradigmas de atención, los presupuestos, la formación de redes y actualmente implementan una buena parte de las acciones públicas. La Fundación MacArthur tuvo un papel fundamental en el apoyo y vínculos internacionales para que estos procesos escalaran y se sostuvieran. Fue una de las experiencias de las que aprendimos estas lecciones.

Visita de campo y discusión entre chinamperos (campesinos) con expertos en geofísica y sustentabilidad sobre daños del sismo de 2017, Xochimilco.

Cada grupo es muy diverso y tiene capacidades y, sobre todo, perspectivas diferentes. Para que una articulación sea exitosa, estas capacidades y perspectivas deben ser complementarias. Los actores comunitarios tienen información, conocimiento empírico y voz comunitarias: las mujeres parteras, los vecinos de los barrios, los grupos que defienden su territorio, como ejemplos. Las organizaciones locales o regionales elaboran un análisis del contexto, los datos, la investigación y el conocimiento de la política y los medios locales. Las nacionales tendrán los contactos y estrategias de comunicación nacionales, junto con el diagnóstico presupuestal y de políticas federales.

Articulando lo nacional y lo local en la Ciudad de México

A pesar de concentrar al mayor número de organizaciones, en la Ciudad de México me ha sorprendido la escasa articulación vertical. Un sinnúmero de grupos vecinales y pueblos originarios organizados trabaja en el mismo territorio aisladas de las organizaciones dedicadas a la incidencia nacional. El reto de incidir en las políticas públicas de una metrópolis de 20 millones de personas es demasiado grande para los grupos comunitarios, y demasiado local para quienes están concentradas en incidir ante el Gobierno federal o Congreso de la Unión.

Vecinos damnificados del Callejón Igualdad entrevistados por medios de comunicación, Ciudad de México.

En Ruta Cívica, desde 2015, hemos tratado de cubrir ese vacío. Nos articulamos y nos nutrimos del conocimiento de grupos locales y ciudadanos en barrios y alcaldías, pero también del trabajo de organizaciones dedicadas a las políticas nacionales. Buscamos transformar las políticas de planeación sustentable, la justicia y la resilencia de la ciudad. Identificamos y aprovechamos coyunturas, como la creación de la nueva Constitución, la Ley de Planeación, el Sistema AntiCorrupción y el sismo y su reconstrucción, para impulsar esas transformaciones sistémicas. Nunca estamos solas, sino trabajando con y ayudando a articular un amplio ecosistema de actores, con comunidades, organizaciones, funcionarios, académicos e incluso el sector privado.

El desafío de estas articulaciones requiere lidiar con la complejidad y la diversidad; explorar y dialogar sobre las distintas perspectivas para encontrar visiones en común y estrategias diversificadas de acción colectiva de largo aliento. Los resultados no son lineales –las matrices de marco lógico, los indicadores y los resultados predecibles son fútiles– sino acumulativos y sinérgicos a lo largo de los años, hasta, a veces, de las décadas.

Representantes de expertos, gobierno, sector privado y ciudadanía discutiendo el Atlas de Riesgo, Festival de la CIUDADania 2019.

https://www.facebook.com/watch/?v=3057285344298644

https://www.facebook.com/watch/?v=1940084512975524

https://www.ambulante.org/reconstrucciones/relatos/plataforma?o=3

http://climatesofinequality.org/story/mexico-city-beyond-the-earthquake-a-recount-of-the-reconstruction/

Ver aquí la versión en ingles

Originalmente publicado en https://www.macfound.org/press/country/3/los-necesarios-vinculos-entre-lo-local-y-lo-global-para-cambiar-vidas/

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